Estudios Bíblicos
 

Las Seis Promesas de Bendición por

Honrar a Dios

- El Principio de la Honra en las Ofrendas -

Dr. Johel LaFaurie

Serie: Conocer a Jesús  - Parte 12 / Julio 15, 2007

  

         Nuestro Dios es Dios Celoso, Fuego Consumidor. Él exige total amor, honra, devoción, y entrega. Y lo exige sobre todas las otras cosas. Lo exige con todo, genuino, sincero, devoto, excelente, exuberante, abundante, y calidad.

            Todo el mensaje de Malaquías se puede resumir en esto: Total honra, devoto y genuino amor. Y este tipo de relación Dios lo exige para con Su nombre, para con Sus Palabras, para con Su Pacto, para con las relaciones humanas, para con nuestras palabras, y también en el manejo de los bienes y riquezas.

            Desde Génesis hasta Apocalipsis encontramos el mismo mensaje de Malaquías: Dios busca un pueblo que le ame con todo el corazón. Con razón se resume toda la Ley de Dios en esta sentencia: Amaras al Señor tu Dios con TODO el Corazón.

            En la dedicación del Templo, Salomón hizo dos cosas muy importantes. Primero él le recordó a Dios sus promesas hechas a David: “Ahora, pues, oh Jehová Dios de Israel, cúmplase tu palabra que dijiste a tu siervo David” (II Cró. 6:17).  Y segundo, él honró a Dios con muchos bienes y un corazón genuino. Y todo el pueblo juntamente lo hizo así. “Entonces el rey y todo el pueblo sacrificaron víctimas delante de Jehová. Y ofreció el rey Salomón en sacrificio veintidós mil bueyes, y ciento veinte mil ovejas; y así dedicaron la casa de Dios el rey y todo el pueblo” (II Cró. 7:4-5). Es decir, en aquella honra a Dios hubo verdad y hubo también un espíritu genuino. Inmediatamente no se dejo esperar la respuesta divina: la gloria de Dios llenó aquella casa. Por cada ofrenda aceptable siempre hay una respuesta divina.

            Tristemente hoy en día el pueblo de Dios no anda conforme Su verdad ya que difícilmente se puede encontrar un cristiano que sepa las seis promesas de Dios para Su pueblo en cuanto las ofrendas.  Y como no sabemos las promesas de Dios, no podemos recordárselas a Dios como lo hizo Salomón (Véase II Crón. 6:14-18. 40-42; 7:1-5).

            En II Corintios 9 encontramos estos dos principios en cuanto la ofrenda del Señor: Principio de Honra -“Pero esto digo: el que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre” (vv. 6-7). Y Principio de Verdad – “Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra; como está escrito: repartió, dio a los pobres; su justicia permanece para siempre. Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia” (vv. 8-10). A este tipo de ofrenda las Escrituras le llama “El Dador alegre” y afirma que Dios ama a este tipo de dador. Vemos que Dios remunera a este tipo de dador con el fruto de justicia. Es una justicia que permanece.

- ¿Qué es Honrar a Dios? Proverbios 3 declara el mandamiento de Honrar a Jehová.
Honra [kabád] a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos; y serán llenos tus graneros con abundancia, y tus lagares rebosarán de mosto.”  - Proverbios 3:9-10

Honrar: kabád - Sentir Peso o hacer que pesa. Conlleva el sentido de marcar un lugar para Dios. Y llevar peso allí.
               Hacer a alguien ilustre, glorioso, majestuoso, renombrado, honorable, distinguido, venerado.
Honrar y deshonrar, ambos conllevan hacer un peso. Pesa la deshonra para mal y pesa la honra para bien. ¿Cómo honramos a Dios? Al marcar un lugar para hacer peso para Su gloria. Por ello es que Dios dice que traigamos los diezmos al lugar que el señale para poner Su nombre (Deut. 12:5).

¿Estas robando a Dios? ¿Qué es Robar a Dios?
“Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos. Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes, y no las guardasteis. Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos. Mas dijisteis: ¿EN QUÉ HEMOS DE VOLVERNOS? ¿ROBARÁ EL HOMBRE A DIOS? PUES VOSOTROS ME HABÉIS ROBADO [DESPOJADO, ASALTADO]. Y DIJISTEIS: ¿EN QUÉ TE HEMOS ROBADO? EN VUESTROS DIEZMOS Y OFRENDAS. MALDITOS SOIS CON MALDICIÓN, PORQUE VOSOTROS, LA NACIÓN TODA, ME HABÉIS ROBADO.”    - Malaquías 3:6-9

Robar a Dios es oscurecer la naturaleza gloriosa de Dios y es hacer daño al Cuerpo de Cristo.
Robar: H6906. קָבַע cabá; raíz prim.; cubrir, oscurecer, bloquear. i.e. (fig.) defraudar:despojar, robar.

La Escritura usa la palabra hebrea cabá que significa asaltar, despojar. Es más que robar bienes materiales de alguien; literalmente significa hacer daño personal o violar. [En ingles: steal vs. rob]

Robar es tomar la propiedad de alguien en ausencia de esa persona. En ese caso no se ocasiona un daño emocional ni físico a la persona victima del robo. Pero cuando se asalta a una persona, no tan sólo hay un despojo de bienes materiales, un robo, sino que se causa un daño tanto físico como emocional.
Cuando el pueblo de Dios deshonra a Dios con sus bienes literalmente esta haciendo un daño a Dios. Dios es Espíritu y nadie le puede causar daño a Él, así que el daño que aquí se refiere es al Cuerpo de Cristo. No tan sólo robamos a Dios sino que causamos daño al Cuerpo de Cristo. Véase el ejemplo de Acán quien tomó de lo devoto para Dios y causó un gran daño a Josué y a Israel.

Malaquías advierte que cuando robamos a Dios somos malditos con maldición. El profeta usa dos palabras muy particulares:

(1) La primera palabra que se usa aquí es arar que significa lo opuesto a consagrar, es decir, execrar, abominar. Literalmente has invalidado la bendición del pacto. Ya no eres puesto aparte ni consagrado y bendecido, sino que eres como si nunca hubieras recibido la bendición del pacto. Tu habías sido apartado pero ahora es como si lo hubieras deshecho. Has vuelto a servir el dios dinero en lugar de servir al Dios del Pacto. Lo que no es consagrado no es bendecido.
Han venido a ser anatema: Cuando uno toma lo consagrado a Dios viene a ser anatema, es decir una maldición. En lugar de consagrado es execrado. Es tan igual a un impío, sin Dios. No somos especiales. No somos bendecidos.

Notemos también que Dios no nos maldice sino que nosotros acarreamos la maldición, como en el caso de Acán quien trajo la maldición y el mal sobre si. Él causó la muerte de 36 hombres de Israel. También notemos que Acán y toda su familia fue apedreada, lo que significa que este pecado afecta a toda la familia y por ende afecta a todo el cuerpo. Tú te has puesto una maldición por tu desobediencia e incredulidad.

¿Cómo puedo orar por ti por bendición cuando tu eres un incrédulo y desobediente, y cuando tienes una maldición sobre ti? Tú no necesitas oración por bendición, tú necesitas arrepentimiento genuino. Recuerda que Dios no te ha maldecido. Tú te has maldecido

Estar execrado significa invocar mal sobre uno mismo, y como eres parte del Cuerpo de Cristo, tú estas invocando mal sobre la Iglesia del Señor. Es romper tu cobertura de protección.

(2) La segunda palabra hebrea que se usa Malaquías es merá que significa despreciar, desatender, aborrecer. Es como tratar a Dios con desprecio, desatención y aborrecimiento. De esta raíz viene la palabra mortuorio, algo que trata con muerte. Tú invocas muerte espiritual sobre ti y sobre la iglesia. La ausencia de la presencia de Dios es muerte. Nuestro dinero está muerto; no produce vida. Y todo lo que tocamos está muerto. Pero cuando tus finanzas están consagradas producen vida.

Esta maldición es el total desentendimiento de Dios sobre nuestras finanzas. Como nosotros no lo tomamos en serio, lo desatendemos, lo subestimamos, Él también nos desatiende. Dios trató a Caín como Caín le trató a Él, pero Dios trató Abel como Abel le trató a Él.

De igual forma, Acán subestimó a Dios y no tomó sus mandatos en serio a pesar de que Dios había dado clara dirección respecto a lo devoto para Él (Josué 6:18). Puede haberle parecido insignificante a Acán, pero los efectos de su pecado fueron sentidos por toda la nación, sobre todo su familia. Como Acán, nuestras acciones afectan a más personas, además de nosotros mismos. Cuidado con la tentación de racionalizar sus pecados, con decir que son demasiado pequeños o demasiado personales para afectar a alguien más que a usted.

Si no somos dadores alegres, entonces somos ladrones y turbamos al cuerpo de Cristo. Por culpa nuestra, la iglesia está derrotada y no pude enfrentar a sus enemigos.

Ya vimos que la Escritura usa la palabra hebrea [H6906. קָבַע ] cabá que significa literalmente cubrir, bloquear, oscurecer, disfrazar, ocultar, evadir, confundir. Cuando alguien cabá los diezmos y ofrendas del Señor literalmente está cubriendo, bloqueando y oscureciendo la naturaleza y el poder de Dios en Su vida, y por ende en el Cuerpo de Cristo. Si bloqueamos la bendición de Dios, estamos afectando más que a nosotros mismos. Estamos afectando al Cuerpo entero.

La naturaleza de Dios es ser dador y bendecidor. Cuando robamos a Dios, detenemos que Él exprese Su naturaleza. Estamos distorsionando Su imagen a la vista de muchos.

¿Qué tal si hemos fallado en nuestros diezmos y ofrendas una o dos veces en el año? ¿Te hace eso un ladrón? ¿Invalida eso el pacto de bendición por tan sólo faltar una o dos veces? Yo te preguntó, ¿cuántas veces tiene alguien que asaltarte o robarte para constituirse en un ladrón? Yo te aconsejo que si has robado aunque sea sólo una vez a Dios, que te arrepientas genuinamente por el gran daño que esto ha acarreado a ti, a toda tu familia y a la iglesia.

Traer los Diezmos y Probar a Dios
Mal. 3:10 TRAED TODOS LOS DIEZMOS al alfolí y haya alimento en mi casa; Y PROBADME AHORA EN ESTO, DICE JEHOVÁ DE LOS EJÉRCITOS,

Se nos exhorta a honrar a Dios correctamente con las finanzas. Esto incluye dos pasos:

(a) Traed los Diezmos: Cuando diezmamos no estamos dando nada a Dios. El diezmo le pertenece a Dios y por ello se trata como pago. El pago de los diezmos es el reconocimiento de que todo procede y viene de Dios. Es para honrar a Dios.

Indefectiblemente diezmarás todo el producto del grano que rindiere tu campo cada año. Y comerás delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere para poner allí su nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de tus manadas y de tus ganados, para que aprendas a temer a Jehová tu Dios todos los días.” - Deuteronomio 14:22-23

(b) Probadme: Confesión de FE. Dios quiere que le tomemos en Su Palabra; que lo que Él dice es absoluto, confiable, único. Muchos cristianos traen fielmente los diezmos a Dios pero no prueban a Dios. Y las dos razones de porque no prueban a Dios es porque, primero, no tienen fe y segundo porque no conocen las promesas de pruebas. Cuando nosotros creemos a Dios, entonces hablamos en fe: “Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos” (II Corintios 4:13).
Probar: H974. בָּחַן bakján; raíz prim.; probar (espec. metales); gen. y fig. investigar:—distinguir, escudriñar, examinar, poner a prueba.

Las Seis Promesas de Bendición por Honrar a Dios

Mal. 3:10 ….(1) SI NO OS ABRIRÉ LAS VENTANAS DE LOS CIELOS, (2) Y DERRAMARÉ SOBRE VOSOTROS BENDICIÓN HASTA QUE SOBREABUNDE.
11 (3) REPRENDERÉ TAMBIÉN POR VOSOTROS AL DEVORADOR, (4) Y NO OS DESTRUIRÁ EL FRUTO DE LA TIERRA, (5) NI VUESTRA VID EN EL CAMPO SERÁ ESTÉRIL, DICE JEHOVÁ DE LOS EJÉRCITOS.
12 (6) Y TODAS LAS NACIONES OS DIRÁN BIENAVENTURADOS; PORQUE SERÉIS TIERRA DESEABLE, DICE JEHOVÁ DE LOS EJÉRCITOS.

1. Primera Promesa: Cielos Abiertos
Mal. 3:10 ….(1) SI NO OS ABRIRÉ LAS VENTANAS DE LOS CIELOS.
Una ventana se usa para dejar entrar luz y para poder ver hacia fuera y hacia adentro. Dios nos afirma que nos abrirá las ventanas de los cielos para poder ver su revelación, para poder recibir algo muy especial.
La implicación aquí es doble. Es tanto física como espiritual. Dios es el dueño de la lluvia y Él hará llover donde Él quiera (Amos 4:6-7). Pero también nos abrirá sus ventanas de los cielos para mostrarnos propósito, revelación, confirmación, dirección, y destino.

Cada vez que hay una honra a Dios hay una respuesta divina. Esto fue exactamente lo que ocurrió con Abraham.  Cuando Abraham honró a al Dios Altísimo en Gen. 14 con su voto y con los bienes encontramos la respuesta divina inmediatamente en Gen. 15.  El Dios Altísimo prometió Su galardón. Cada vez que alguien escoge a Dios de esa manera, está levantando una bandera en el cielo y declarando: “Yo escojo y honro a Dios.” Tal persona debe esperar inmediatamente respuesta del cielo.
            La conversión de Natanael fue en base a una ventana abierta. Jesús le afirmó a Natanael que vería los cielos abiertos continuamente para Jesús. Allí Jesús hace una referencia al sueño de Jacob que aparece en Génesis 28:12, lo cual fue en realidad una ventana abierta de revelación para Jacob.

            El bautismo en agua de Jesús fue con cielos abiertos: “Y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre Él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: este es mi Hijo Amado, en quien tengo complacencia” (Mateo 3:16-17).

            Cuando tu diezmas tu puedes esperar que Dios te abra las ventanas de los cielos y te muestre Sus propósitos. Puedes esperar que Dios te revele direcciones específicas para tu vida. Muchos cristianos no dan los diezmos con esta fe y por ello es que no les trabaja.

Oración: Soy un diezmador. Yo te honró con todos mis bienes y con lo mejor de mi vida porque no hay Dios como Tú. Te pido que me abras las ventanas de los cielos y me muestres Tú Santa voluntad. Oh Dios de todo saber y ciencia, yo te pruebo en esto, ábreme las ventanas de los cielos para contemplar Tú gloria. Amen.

2. Segunda Promesa: Una Bendición Hasta no tener lugar
Mal. 3:10 … Y DERRAMARÉ SOBRE VOSOTROS [UNA] BENDICIÓN HASTA QUE SOBREABUNDE.
[Literalmente: Y DERRAMARÉ SOBRE VOSOTROS UNA BENDICIÓN QUE NO TENDRÁS LUGAR SUFICIENTE PARA RECIBIRLA]

Bendición: H 1293. בְּרָכָה beraká; de 1288; bendición; por impl. prosperidad:—bendecir, bendición, don, estanque, generoso, presente.

Como habla de una bendición se refiere a algo que comienza y termina. Toda bendición de Dios es así. La palabra bendición aquí es beraká y en griego es benedictao que significa conclusión o terminar. Jesús es el Alfa y el Omega, el comienzo y el final de todo. Cuando El nos creó y nos llamó a Su pacto, lo hizo teniendo un plan, propósito y meta para nuestras vidas. Dios quiere llevar a cabo el plan que tiene para nosotros.

            La Bendición implica comenzar algo y terminarlo. Dios lo llevará a su terminación. Dios se le apareció a Jacob y le pronunció la bendición del Pacto Abrahámico y le dijo que no lo dejaría hasta que llevara a cabo todo lo que había prometido: No te dejare hasta que termine. Dios termina las cosas. ¿Tienes algo inconcluso que necesite que Dios lo termine?

El encuentro de Melquisedec con Abraham fue un encuentro de bendición. Se usa la forma pasiva de barak cuando Melquisedec pronuncia la bendición de Dios sobre Abraham. «Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino; y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra; y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo» (Gén. 14-18-20).

Su bendición trae justicia (Sal 24:5), trae vida (Sal 133:3), trae prosperidad (2 Sam. 7:29) y salvación (Sal 3:8). La bendición es como lluvia o rocío: «Y daré bendición a ellas y a los alrededores de mi collado, y haré descender la lluvia en su tiempo; lluvias de bendición serán» (Eze. 34:26; Sal. 84:6). El Señor envía su bendición en la comunión de los santos: «Como el rocío de Hermón, que desciende sobre los montes de Sion; porque allí envía Jehová bendición, y vida eterna» (Sal. 133:3).

La bendición del Señor es condicional, descansa sobre quienes le son fieles: «La bendición, si oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, que yo os prescribo hoy» (Deut. 11:27). Todas las cosas ayudan para bien para los que aman a Dios. Dios hará que conforme los propósitos que Él nos ha llamado, todas las cosas ayuden para bien. La gente no tiene propósito, no tiene terminación en sus metas porque no son consistentes en sus diezmos. Ellos no saben honrar a Dios y no saben conectarse por la fe al pacto de bendiciones.

Somos un pueblo para vivir y hablar bendición. No nos dejemos robar nuestro vocabulario y nuestra fe. La bendición levítica está basada en esta orden – una promulgación de fe: «Así bendeciréis a los hijos de Israel, diciéndoles: Jehová te bendiga, y te guarde; Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.  Y pondrán mi nombre sobre los hijos de Israel, y yo los bendeciré» (Números 6:23-27).

Bendecir a Dios.
De tanto recibir bendición y de reconocer la bendición de Dios sobre nosotros, entonces nosotros damos bendición a Dios. La «bendición» dirigida a Dios es una expresión de alabanza y gratitud, como en el caso siguiente: «Levantaos, bendecid a Jehová vuestro Dios desde la eternidad hasta la eternidad; y bendígase el nombre tuyo, glorioso y alto sobre toda bendición y alabanza» (Neh 9:5). O la bendición apostólica de Pablo, «Bendito sea el Dios y padre de nuestro señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo» (Efesios 3:3).

Para ser bendecido necesitas cambiar el orden de tu mente. El domingo traes los diezmos y ofrendas pero desde el lunes al sábado tus finanzas son según el orden de tinieblas. El dinero es el estilo de vida del mundo, pero fe es el estilo de vida del orden de Dios. El dinero no trabaja en el reino de Dios; eso trabaja en el mundo. Lo que trabaja en el reino de Dios es la fe. Lo que impresiona en el mundo es el dinero pero lo que impresiona a Dios es la fe. Necesitamos la bendición de Dios, necesitamos Su aliento para que nuestras finanzas trabajen y se manejen según la fe. Que iluso es estar en el reino de la luz y seguir el orden de las tinieblas.

En el mundo hay desesperación, pero en Dios hay descanso. La razón de que tus finanzas no funcionan hoy en día a pesar de que ofrendas es que Dios conoce tu corazón que esta gobernado por las riquezas y el orden de este mundo. Dios nos promete suplir todas nuestras necesidades. Nuestra prosperidad no depende de la bolsa de valores sino en la bendición de Dios, Sus leyes y Su protección.

«Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en cristo Jesús.»
                                                                                                                          - Filipenses 4:19

Si somos fieles en lo poco, en las riquezas injustas, Dios nos dará lo mucho, las riquezas eternas. En la medida que demostremos fidelidad con el dinero según el orden de luz, se nos dará lo verdadero.

«El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto. Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero? Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro? » - Lucas 16:10-12

¿Cuáles son las riquezas injustas? El dinero.
¿Cuáles son las riquezas verdaderas? Poder espiritual, sabiduría, entendimiento, los dones del Espíritu, discernimiento de espíritu, y dones de sanidad.

Oración: Oh Dios de toda riqueza y gloria, yo te pruebo en esto, dame la riqueza de los santos en Gloria. Oh Dios dame lo que Cristo conquistó para mí. Amen.

- Bendición que no tendrás lugar suficiente para recibirla: Un Alcance Generacional.
[Literalmente: Y DERRAMARÉ SOBRE VOSOTROS UNA BENDICIÓN QUE NO TENDRÁS LUGAR SUFICIENTE PARA RECIBIRLA]

Isaac alcanzó la bendición porque su padre Abraham fue fiel. El mismo Dios le dice que le bendeciría porque Abraham le había obedecido (Gén. 26:1-5). Abraham pagó los diezmos y encontramos aún a su bisnieto Leví siendo escogido por Dios para el sacerdocio. Desde Abraham hasta Leví hubo cuatro generaciones y Leví fue escogido porque Abraham obedeció a Dios. La bendición fue tan grande que tuvo que ser pasada a las siguientes generaciones. Tus hijos van a tener mayor bendiciones y oportunidades simplemente por el legado de obediencia y honor que tu has establecido, una herencia de generación a generación. Si tú honras al Hijo, Él honra a tus hijos, y a los hijos de tus hijos. Dios muestra misericordia a mil generaciones a los que le aman. Nuestros hijos serán mejores predicadores que nosotros, mejores músicos, mejores administradores, mejores líderes. Ministros poderosos como Bill Gothard o Doug Phillips son el resultado de segunda generación.

Un remanente de bendición: Ponemos un legado de bendición para la siguiente generación. No se si han notado que nuestros hijos consiguen mejores empleos y oportunidades que nosotros los padres. Si nuestros hijos honran a Dios con los diezmos y ofrendas, también ellos continuaran el legado de bendición generacional.

«Porque habrá simiente de paz; la vid dará su fruto, y dará su producto la tierra, y los cielos darán su rocío; y haré que el remanente de este pueblo posea todo esto. Y sucederá que como fuisteis maldición entre las naciones, oh casa de Judá y casa de Israel, así os salvaré y seréis bendición. No temáis, mas esfuércense vuestras manos. » - Zacarías 8:12-13

3. Tercera Promesa: Protección Contra el Devorador
Mal. 3:11 (3) REPRENDERÉ TAMBIÉN POR VOSOTROS AL DEVORADOR,

Unas de las grandes promesas de honrar a Dios es la protección contra el devorador. Dios va a esconder tus finanzas; Él las va a proteger, las va a multiplicar y que hagan obras de vida. Si Dios no protege tus finanzas, entonces están sujetas al reino de calamidades. Es Dios quien reprende al devorador, no es el super ungido o el super pastor, sino Dios.

            Reprender al devorador conlleva la idea de esconderte, de crear un lugar para ser escondido, para ser protegido. Cuando uno honra y ama a Dios dando los diezmos y se conecta con el pacto de bendición, literalmente está creando un lugar de protección. Literalmente Dios se interpone entre el devorador y nosotros. La Sangre de la Pascua también tiene esta idea. El ángel de la muerte pasaba de sobre las casas de los hijos de Israel de donde estaba marcada con sangre. Cuando el devorador llega a tu vida, no encuentra protección porque tu no te has conectado al pacto de fe. Una persona que no honra a Dios, no tiene tal lugar de protección.

«Y aquel día Yo apartaré la tierra de gosén, en la cual habita mi pueblo, para que ninguna clase de moscas haya en ella, a fin de que sepas que yo soy Jehová en medio de la tierra…. Solamente en la tierra de Gosén, donde estaban los hijos de Israel, no hubo granizo… pero contra todos los hijos de Israel, desde el hombre hasta la bestia, ni un perro moverá su lengua, para que sepáis que Jehová hace diferencia entre los egipcios y los israelitas… y la sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la sangre y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad cuando hiera la tierra de Egipto.»   - Éxodo 8:22; 9:26; 11:7; 12:13

4. Cuarta Promesa: El Fruto de la Tierra
Mal. 3:11 Y NO OS DESTRUIRÁ EL FRUTO DE LA TIERRA,
Tierra: H127. אֲדָמָה adamá; de 119; tierra (de su rojez gen. – una tierra roja rica de minerales):—agricultura, labrador, nación, país, tierra.
 Destruir: H7843. שָׁחַת shakját; raíz prim.; decaer, i.e. (caus.) arruinar (lit. o fig.):—corromper, corrupción, corruptor, dañar, daño, demoler, depravado, derribar, deshacer, desperdiciar, destrozador, hacer destrucción, destruidor, destruir, devastar, echar, enloquecer, estropear, heridor, matar, merodeador, merodear, perder, pudrir, quebrantar, ruina, verter, violar.

Aquí encontramos una doble aplicación, la material y la espiritual.
a) Protegernos de la maldición sobre la tierra. Además de la clara implicación física que esto declara, de que Dios protegería nuestros bienes materiales, también hay una aplicación espiritual que Dios está mayormente interesado.

b) En las Escrituras la TIERRA [adamá] representa el lugar donde se siembra la semilla, y espiritualmente este lugar corresponde al CORAZÓN. Según Mateo 13, en la Parábola del Sembrador, el maligno destruye el sembrado de la semilla.

Cuando uno honra a Dios y le ama demostrándolo con la excelencia de los diezmos y ofrendas, literalmente está preparando el corazón para que la semilla de la Palabra de Dios encuentre un buen lugar. La condición del corazón determinará que pasa con la semilla. Si tu gastas en las tiendas sin escrúpulo y gastas lo mejor para ti o para tus hijos, pero para Dios eres mezquino, tu corazón no esta condicionado para recibir la palabra de Dios, y aunque la escuches vez tras vez, la palabra es robada, ahogada y se seca. Dos personas se sientan en el mensaje de las Buenas Nuevas, pero cada una lo recibe diferente y da fruto diferente dependiendo de la condición del corazón.

5. Quinta Promesa: No caerá el fruto antes de tiempo
Mal. 3:11 NI VUESTRA VID EN EL CAMPO SERÁ ESTÉRIL, DICE JEHOVÁ DE LOS EJÉRCITOS.   [Literalmente: Ni vuestra vid dará su fruto antes del tiempo en el campo.]

Una vez más aquí encontramos una doble aplicación, la material y la espiritual. La material es que nuestros bienes no se dañen antes que cumplan su propósito en el Reino, y la espiritual es que nuestro fruto y ministerio no se caiga antes de tiempo.

Cuando un fruto cae antes de tiempo y cae en el campo por lo general va a dañar al campo. Por ejemplo, en mi casa tengo un árbol de duraznos de edad de cuatro años, el cual se carga de fruto en gran manera. Uno de los problemas que tengo es el devorador. Las ardillas todos los días arrancan en cantidad muchos duraznos pequeños; el otro devorador es el viento que arranca el fruto antes de tiempo. En la última tormenta fuerte que paso hace unas semanas, una gran rama del árbol de duraznos fue arrancada por el viento y literalmente bote alrededor de 200 duraznos a la basura. ¿Qué pasa con todos los duraznos pequeños en el suelo? Se pudren y además de atraer moscas, dañan el pasto donde caen. Tengo que levantar la fruta caída o dañaría todo el pasto debajo del árbol.

Cuando un joven se enamora antes de tiempo y fuera de lugar – sin la bendición y aprobación de sus padres, ha caído del árbol y trae gran daño. Cuando un joven cae en prácticas de sexo fuera del tiempo aceptable del matrimonio, está dañando su propósito y llamado. Es un fruto que no llega a su tiempo correcto. Cuando una familia no sabe esperar la bendición de Dios e incurre en deudas grandes para comprar una casa o para la educación de una universidad, es un fruto que cae antes de tiempo. Es un fruto que daña la tierra – el testimonio de Dios.

Se requiere paciencia para que un fruto llegue a su término debido. Una evidencia de carácter y madurez espiritual es la paciencia. Noé requirió de mucha paciencia para construir el arca. Abraham esperó 25 años el cumplimiento de la promesa. José estuvo de esclavo alrededor de 10 años, y David esperó en cuevas y desiertos 14 años para poder ser reconocido rey de Israel. La Escritura afirma que tengo que ser “fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad” (Colosenses 1:11).

Cuando honro a Dios debidamente, Dios me da la solicitud, la paciencia, la fortaleza para saber esperar Sus promesas. “Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza, a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.” (Hebreos 6:11-12)

6. Sexta Promesa: Seréis Tierra Deseable – Linaje Bendito de Dios
Mal. 3:12 Y TODAS LAS NACIONES OS DIRÁN BIENAVENTURADOS; PORQUE SERÉIS TIERRA DESEABLE, DICE JEHOVÁ DE LOS EJÉRCITOS.

Linaje bendito de Jehová
Una de las marcas distinguibles del pueblo de Dios es la reconocida bendición de Dios sobre nosotros. Si andamos en fe y sabemos honrar a nuestro Dios con TODO el corazón, entonces Dios morará y andará entre nosotros, y muchas personas notarán que somos un pueblo especial, somos el pueblo de Dios.
Y LA DESCENDENCIA DE ELLOS SERÁ CONOCIDA ENTRE LAS NACIONES, Y SUS RENUEVOS EN MEDIO DE LOS PUEBLOS; TODOS LOS QUE LOS VIEREN, RECONOCERÁN QUE SON LINAJE BENDITO DE JEHOVÁ.  En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas. Porque como la tierra produce su renuevo, y como el huerto hace brotar su semilla, así Jehová el Señor hará brotar justicia y alabanza delante de todas las naciones.”                                              - Isaías 61:9-11

“Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y correrán a él todas las naciones.
3 Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.”                                                                - Isaías 2:2-3

“Edificarán casas, y morarán en ellas; plantarán viñas, y comerán el fruto de ellas. No edificarán para que otro habite, ni plantarán para que otro coma; porque según los días de los árboles serán los días de mi pueblo, y mis escogidos disfrutarán la obra de sus manos. No trabajarán en vano, ni darán a luz para maldición; PORQUE SON LINAJE DE LOS BENDITOS DE JEHOVÁ, Y SUS DESCENDIENTES CON ELLOS. Y antes que clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído.”                                                                                                      - Isaías 65:21-24

 

Pensamiento Final.
Notemos el paralelo entre de Malaquías 3 y el Salmo 24:

“¿QUIÉN SUBIRÁ AL MONTE DE JEHOVÁ? ¿Y QUIÉN ESTARÁ EN SU LUGAR SANTO? [¿Quién tendrá relación con Dios? El limpio de mano, el que no ha robado a Dios, verá al Rey de Gloria.] EL LIMPIO DE MANOS Y PURO DE CORAZÓN; EL QUE NO HA ELEVADO SU ALMA A COSAS VANAS, NI JURADO CON ENGAÑO [El que no engaña sino que honra a Dios]. EL RECIBIRÁ BENDICIÓN DE JEHOVÁ, Y JUSTICIA DEL DIOS DE SALVACIÓN [Este recibirá bendición de Dios y Dios le hará justicia, o sea, salvación.] TAL ES LA GENERACIÓN DE LOS QUE LE BUSCAN, DE LOS QUE BUSCAN TU ROSTRO, OH DIOS DE JACOB [Una generación poderosa, deseable.] ALZAD, OH PUERTAS, VUESTRAS CABEZAS, Y ALZAOS VOSOTRAS, PUERTAS ETERNAS, Y ENTRARÁ EL REY DE GLORIA [Ventanas abiertas de los cielos.] ¿QUIÉN ES ESTE REY DE GLORIA? JEHOVÁ EL FUERTE Y VALIENTE, JEHOVÁ EL PODEROSO EN BATALLA. [Peleará por nosotros y nos defenderá.] ALZAD, OH PUERTAS, VUESTRAS CABEZAS, Y ALZAOS VOSOTRAS, PUERTAS ETERNAS, Y ENTRARÁ EL REY DE GLORIA [Ventanas abiertas de los cielos.] ¿QUIÉN ES ESTE REY DE GLORIA? JEHOVÁ DE LOS EJÉRCITOS, EL ES EL REY DE LA GLORIA.”  - Salmo 24: 3-10

 

Cuando todo el Cuerpo de Cristo honra a Dios en sus bienes con gran alegría y exaltación hay una gran unción y poder en su medio. Hay unción corporativa y hay cobertura de bendición. Hay provisión bajo la unción de Dios. Su unción rompe el yugo. Produce una atmósfera de crecimiento, salud, bendición, salvación y prosperidad. Esa atmósfera o clima de unción es la Nube del Espíritu de Dios sobre Su pueblo. Donde la nube se mueve, se mueve el cuerpo. En cada reunión del Cuerpo, esa nube se aparece con bendición, protección, dirección y poder.

 

Oración:
“Señor Todopoderoso, grande y temible, digno de toda gloria, honor y poder, te pido perdón por no haber honrado tu glorioso nombre con mis diezmos y ofrendas. Te pido perdón por despreciar Tu pacto de Bendición y gloria. Te pido perdón por no tener fe en ti, y te pido perdón por tener al dinero como mi dios. Te pido perdón por hacer daño a mi familia, a mi iglesia. Te pido perdón por oscurecer Tu Naturaleza y dañar Tu Imagen y Mensaje a los ojos de muchos. Te pido perdón por traer e invocar maldición y mal sobre mí y el cuerpo. Te pido perdón por traer derrota y por causar una grieta en la cobertura espiritual. Te pido perdón por dañar la nube de bendición y salvación. En el nombre de tu precioso hijo Jesucristo y por amor a Él y en nombre del Pacto Eterno de misericordia, te pido que me perdones y me limpies de mi gran mal de incredulidad y deshonra a tu glorioso nombre.

Perdóname por no tener una mentalidad y corazón de familia. Ayúdame a reconocer que soy parte del Cuerpo de Cristo y ayúdame a expresarlo en vivencia.

Dame de Tu bendita gracia y poder para honrarte sobre todas las cosas, para honrarte con todo mi ser y con gran alegría y excelencia con los bienes que me has confiado. Enséñame a honrarte como lo hizo Abraham y lo hizo David. Y que mis ofrendas construyan un memorial delante de Tu Santa Presencia. Y muchos puedan ver Tu gloriosa naturaleza de Dador y Bendecidor.
Permite que podamos gobernar nuestras finanzas según el orden de luz. Al honrarte y conectarnos al pacto de bendición, danos nuestra herencia de los santos en luz. Porque tuyo es el Reino, el poder, la gloria y la honra por los siglos, amen.”

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